Compositoras
Pauline Viardot García (Compositora)
Su padre la enseñó a tocar el piano y también le dio lecciones de canto. Cuando era niña, viajó con su familia a Nueva York donde su padre, su madre, su hermano y su hermana ofrecieron la primera interpretación completa de Don Giovanni de Mozart en los Estados Unidos en presencia del libretista Lorenzo Da Ponte y luego viajaron a Ciudad de México, donde siguió estudiando con el famoso organista Marcos Vega. A la edad de seis años hablaba con fluidez español, francés, inglés e italiano.
Después de la muerte de su padre en 1832, su madre, la soprano Joaquina Briones se hizo cargo de sus lecciones de canto y la obligó a centrarse en su voz y lejos del piano.
Ella quería convertirse en concertista de piano profesional y había recibido lecciones de piano con el joven Franz Liszt y clases de contrapunto y armonía con Anton Reicha, que fue profesor de Liszt y Berlioz y amigo de Beethoven, pero con gran pesar abandonó su fuerte vocación pianistica temerosa de desobedecer a su madre.
Después de la muerte de su hermana María en 1836, a los 28 años, Pauline se convirtió en cantante profesional, con un rango vocal de C3 a F6. Sin embargo, su debut profesional como música fue como pianista, acompañando a su cuñado, el violinista Charles Auguste de Bériot.
En 1837 Pauline García que tenía 16 años dio su primer concierto en Bruselas y su primera aparición en una ópera-su debut como Desdémona en Otello de Rossini- tuvo lugar en Londres en 1839 y resultó ser la sorpresa de la temporada. Tenía una técnica vocal exquisita combinada con un grado asombroso de pasión y dramatismo.
A la edad de 17 años tenía numerosos pretendientes, como Alfred de Musset, que pidió la mano de Pauline en matrimonio, pero ella se negó aunque siempre permaneció en buenos términos con él. Su amiga George Sand (quien más tarde basó en ella la heroína de su novela Consuelo de 1843) tuvo un papel en disuadirla de aceptar la propuesta de Musset y presentarle en su lugar a Louis Viardot (1800-1883) autor y director del Théâtre Italien y veintiún años mayor que Pauline.
En 1840 contrajo matrimonio con el escritor e hispanista francés Louis Viardot, que, como director del Théâtre Italien, había venido contratándola para temporadas y giras operísticas. El matrimonio tuvo lugar el 18 de abril de 1840. Él tenía 40 años y ella 18. Él se dedicó a ella y se convirtió en el director de su carrera. Tuvo cuatro hijos: Louise, también notable compositora, Paul, violinista y musicólogo, Marianne, pintora, y Claudie.
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Poseedora de una fina técnica y capacidad histriónica, Viardot consagró el papel de Fidès en Le Prophète (1849) de Meyerbeer, Viardot cantó en óperas de Gioacchino Rossini, Mijaíl Glinka, Aleksandr Dargomizhski, Giacomo Meyerbeer, Gluck (Orfeo, en la versión francesa que arregló para ella Hector Berlioz), Camille Saint-Saëns, y canciones de compositores como Brahms, Rimski-Kórsakov y Chaikovski. Debido a su gran capacidad, interpretó a Massenet, Gounod y Fauré, lo que ayudó a consolidar las carreras de esos compositores. Muchos de los mencionados frecuentaban las tertulias y veladas de la Viardot en su hotelito del Barrio Latino de París.
También desarrolló un método de enseñanza, y compuso canciones y varias operetas, entre ellas Le Dernier Sorcier (El último hechicero, 1869), cuyo libreto fue escrito por Iván Turguénev, y Cendrillon (1903).
Muchos de los artistas e intelectuales de la época frecuentaban las tertulias y veladas de la Viardot en su hotelito del Barrio Latino de París. como fueron los compositores Charles Gounod (creó el papel principal de su ópera Sapho) y Hector Berlioz (quien inicialmente la tenía en mente para el papel de Dido en Les Troyens.
Reconocida por su amplio rango vocal y sus papeles dramáticos en el escenario, Viardot ofreció actuaciones que inspiraron a compositores como Frédéric Chopin, Berlioz, Camille Saint-Saëns (quien le dedicó Sansón y Dalila y quería que ella cantara el papel principal, pero ella declinada por su edad, y también el citado Giacomo Meyerbeer, para quien creó Fidès en Le prophète.
Como hablaba con fluidez español, francés, italiano, inglés, alemán y ruso, y compuso numerosas canciones, su carrera la llevó a las mejores salas de música de toda Europa, y de 1843 a 1846 estuvo adscrita permanentemente a la Ópera de San Petersburgo.
Pasó muchas horas felices en la casa de George Sand en Nohant, con Sand y Chopin. Este le dio consejos expertos sobre su forma de tocar el piano, sus composiciones vocales y sus arreglos de algunas de sus mazurcas como canciones. Él, a su vez, obtuvo de ella algunos conocimientos de primera mano sobre la música española. En julio de 1847, la relación entre Sand y Chopin llegó a su fin. Viardot intentó cerrar la brecha y volver a unir a los dos, pero fue en vano.
Fue la mezzosoprano en el Réquiem de Mozart en el funeral de Chopin en la Église de la Madeleine de París el 30 de octubre de 1849, que interpretó junto con una soprano, de incógnito detrás de una cortina negra. Cantó el papel principal de la ópera Orphée et Eurydice de Gluck en el Théâtre Lyrique de París en noviembre de 1859, dirigida por Héctor Berlioz, quien arregló la ópera, y cantó este papel más de 150 veces. Conocía bien a Jenny Lind, la soprano y filántropa sueca, que había sido alumna de su hermano. Ella hizo un comentario notable a la soprano inglesa Adelaide Kemble cuando asistieron al último concierto en Londres de la gran soprano italiana Giuditta Pasta, que claramente ya había pasado su mejor momento.
Tras su retirada de los escenarios en 1863, Viardot y Turguénev abandonaron París en protesta por las políticas reaccionarias de Napoleón III y se instalaron en Baden-Baden, donde Viardot impartió clases, organizó conciertos y entabló amistad íntima con Clara Schumann, quien puso en contacto a Viardot y Johannes Brahms, el cual veraneaba en Karlsruhe y, en el verano de 1869, viajó desde hasta el cercano Baden-Baden para consultar el manuscrito de Don Giovanni, propiedad de Viardot. El 3 de marzo de 1870 Viardot estrenó en Jena la Rapsodia para alto, de Brahms, bajo la dirección de Ernst Naumann. Por su parte Brahms y Turguénev congeniaron y se embarcaron en un proyecto de ópera que nunca llegó a buen término.
Su hija Marianne estuvo brevemente comprometida con Gabriel Fauré, pero luego se casó con el compositor Alphonse Duvernoy. El 11 de abril de 1873 apareció en el Théâtre de l'Odéon de París en la primera representación del oratorio Marie-Magdeleine de Jules Massenet. Desde mediados de la década de 1840, hasta su jubilación, fue reconocida por sus apariciones en la ópera Don Giovanni de Mozart, una ópera con la que su familia había estado asociada durante mucho tiempo.
En 1855, compró el manuscrito original de la ópera de Mozart en Londres. Lo conservó en un santuario en su casa de París, donde fue visitado por muchas personas notables, entre ellas Rossini, que hizo una genuflexión, y Tchaikovsky, quien dijo que estaba "en presencia de la divinidad". Se exhibió en la Exposición Universal de 1878 y en la exposición del centenario del estreno de Don Giovanni en 1887. En 1889 anunció que lo donaría al Conservatorio de París, y esto ocurrió en 1892.
Viardot fue la primera extranjera que cantó el repertorio italiano en Rusia y ayudó a llevar la música rusa a occidente. En San Petersburgo conoció al escritor Iván Turguénev, con quien sostuvo un largo idilio que duró hasta la muerte del escritor. Sus respectivas residencias campestres en Bougival, separadas aunque construidas en una misma parcela, han sido transformadas en sendos museos.
Como compositora, escribió numerosas canciones y transcribió trabajos de otros para su voz. Frédéric Chopin escribió canciones para ella. Aunque no tuvo un impacto popular inmediato, Viardot fue grande en los círculos intelectuales y artísticos en los cuales participó. Enviudó en 1883, poniéndose entonces al frente de la educación de sus cuatro hijos, entre ellos Luisa Paulina Henrieta, que también llegó a ser una notable compositora. Inspiró el personaje de Consuelo de la novela homónima de George Sand, de quien fue muy amiga
En 1910, Pauline Viardot murió, a la edad de 88 años. Su cuerpo está enterrado en el cementerio de Montmartre en París. La Villa Viardot en Bougival, cerca de París, fue un regalo de Ivan Turgenev a los Viardot en 1874.
